Zona de Bajas Emisiones en Vitoria-Gasteiz: reducción de la contaminación y mejora de la calidad del aire.

La medida restringe el acceso a los vehículos más contaminantes, con un amplio régimen de exenciones y con dos años de moratoria para las personas residentes.

Vitoria-Gasteiz da este lunes 15 de septiembre un paso decisivo hacia una ciudad más saludable y sostenible con la puesta en marcha de su Zona de Bajas Emisiones (ZBE). La iniciativa tiene como objetivo reducir la contaminación, mejorar la calidad del aire y avanzar hacia un modelo de movilidad más seguro y respetuoso con el entorno.

La concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, ha destacado que “esta medida no es solo una regulación del tráfico; es una apuesta firme por la salud pública. Reducir la contaminación es reducir el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Es proteger a nuestras familias y mejorar la calidad de vida en nuestra ciudad”.

La primera fase de la ZBE se ha activado hoy lunes y supone la restricción de acceso a los vehículos sin distintivo ambiental (etiqueta A), es decir, los turismos de gasolina matriculados antes de 2001 y los diésel anteriores a 2006. Los vehículos con etiquetas B, C, ECO y Cero podrán circular con normalidad. La ordenanza establece además que, a partir del 1 de enero de 2030, la limitación se ampliará también a los vehículos con etiqueta B, avanzando así de forma progresiva hacia un parque móvil menos contaminante.

La implantación se realizará en dos fases. La primera, que ha comenzado hoy, se aplicará en el Casco Medieval y en el Ensanche. La segunda arrancará en septiembre de 2027 y ampliará el perímetro de la ZBE. Según ha explicado la concejala, “el objetivo no es endurecer por endurecer, sino avanzar de manera ordenada y con tiempo suficiente para que la ciudadanía se adapte sin cambios bruscos”.

El inicio de la ZBE contará con un periodo de adaptación de tres meses, hasta mediados de diciembre, durante el cual no se aplicarán sanciones económicas. Quienes accedan con vehículos no autorizados recibirán únicamente una notificación informativa. A partir de esa fecha, las infracciones serán sancionadas con multas de 200 euros, reducidas a 100 euros en caso de pronto pago. “Queremos acompañar a la ciudadanía en el proceso de adaptación y facilitar el cambio”, ha recalcado Artolazabal.

La ordenanza contempla un amplio régimen de exenciones. En total se recogen doce exenciones permanentes que incluyen, entre otros, a personas con movilidad reducida, titulares o arrendatarios de plazas de garaje, personas con bajos niveles de renta, profesionales cercanos a la jubilación o vehículos de emergencias, históricos y de servicios esenciales. Además, de manera excepcional, se establecen exenciones temporales hasta el 15 de septiembre de 2026 para establecimientos comerciales y de servicios ubicados en el ámbito de la ZBE, profesionales de gremios, repartidores y vehículos con destino a parkings públicos y privados. En el caso de las personas residentes, la exención será de dos años.

El control de accesos se llevará a cabo mediante un sistema automático de lectura de matrículas. Casi 40 cámaras instaladas en los principales puntos de entrada comprobarán en tiempo real si un vehículo está autorizado para acceder o no al interior de la ZBE. Artolazabal ha aclarado que “no será obligatorio llevar la pegatina de la DGT en el vehículo, ya que el Ayuntamiento dispone de esta información y puede verificar de forma automática el cumplimiento de la normativa”.

Con esta medida, el Consistorio busca reducir de forma progresiva el tráfico en el centro urbano y liberar espacio para peatones, bicicletas y transporte público. “La reducción del tráfico en el centro nos permitirá ganar espacio para la movilidad sostenible, mejorar la seguridad y crear una ciudad más habitable y saludable. No lo hacemos solo por obligación legal, sino porque creemos en un futuro mejor: una ciudad con menos coches, menos ruido y más espacio para las personas. La ZBE es una oportunidad para ganar en salud, bienestar y calidad de vida”, ha concluido.

Puesta en marcha de la nueva OTA

La medida responde a una demanda histórica de vecinos y vecinas de estos barrios y da cumplimiento a los planes de movilidad sostenible que marcan desde 2008 la necesidad de extender progresivamente el estacionamiento regulado. La nueva ordenanza busca organizar de forma más equilibrada el uso de un recurso limitado como es el espacio urbano. Además, contempla un distintivo OTA específico para comercios, gremios y autónomos, facilitando así la convivencia y el dinamismo económico de la ciudad.

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